Es una recopilación de pensamientos, consejos y anécdotas, colmados de sabiduría, para que las medites y las pongas por obra, a fin de que tengas una vida próspera en todas las cosas que emprendas.
jueves, 16 de febrero de 2012
Mejor es ocuparse que pre-ocuparse
Hoy en día, ¿quién no tiene cosas de las qué preocuparse? Todos tenemos responsabilidades: facturas que pagar, empleos que mantener, familia que llevar adelante y esto pesa en nosotros y nos preocupa.
Pero, hay que cambiar un verbo por otro: Pre-ocuparse, por Ocuparse.
Si bien, lo analizamos:
• Pre-ocuparse, es ocuparse previamente, anticipando el futuro o arrepintiéndonos del pasado y sus posibles consecuencias, pero sólo mentalmente y con expectativas negativas. Sin embargo,
• Ocuparse, se centra en el presente, en lo qué puedo hacer ahora por mejorar mi situación o resolver un problema. Ocuparse es acción, concentración y resolución.
Winston Churchill, cuando le preguntaron si no estaba preocupado por tantas responsabilidades, contestó: “Estoy muy ocupado, no tengo tiempo para preocuparme”.
Con la preocupación no se cambia nada, pero si ponemos nuestra confianza en manos de Dios, él pone su paz en nuestro corazón.
"Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán."
(Mateo 6:34)
La provisión de Dios es permanente
Dios da alimento a los que lo adoran; y jamás se olvida de su pacto” (Salmo 111:5)
Cuenta una historia, que una señora muy pobre llamó a un programa cristiano de radio pidiendo ayuda. Porque no tenía nada de comer. Un brujo que por casualidad oía el programa consiguió su dirección, llamó a sus seguidores y ordenó que compraran alimentos y los llevaran hacia la mujer, con la siguiente instrucción: Cuando ella pregunte quién mandó estos alimentos, respondan que fue el DIABLO! Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fue inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo. Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron: ¿La señora no quiere saber quién le envió estas cosas? La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:
- No, mi hijo.. No es preciso. Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece!!!
El problema de muchas personas es que a causa de la dureza del corazón se apartan del Señor y ya no le honran ni le respetan. Prefieren andar en sus propios caminos, en la obstinación de su corazón antes que arrepentirse y volver a la fuente de su provisión. Qué importante y necesario es reconocer que mucha veces nos equivocamos y nos alejamos de Dios, fuente de amor, cuando Él siempre ha estado dispuesto a llevarnos de su mano sobre todo en los momentos difíciles; la felicidad de Él como Padre es que estemos bien.
"El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir;
podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.
He sido joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto justos en la miseria,
ni que sus hijos mendiguen pan. Prestan siempre con generosidad; sus hijos son una bendición."
(Salmos 37:23-26)
miércoles, 15 de febrero de 2012
Cuando los problemas se hacen gigantes
Cuando los problemas se hacen gigantes hasta el punto de ser montañas, solo es necesario un elemento que supera todo entendimiento y es la FE.
Cuando David se atrevió a enfrentar al gigante Goliat, no dudó en poder vencerlo, aunque era joven inexperto en la guerra, no sabía de armas, ni llevaba armadura, pero tenía una FE inquebrantable para enfrentar todo obstáculo. Goliat era experto en la guerra, había matado muchos hombres, vestía armadura de bronce, de los pies a la cabeza, llevaba espada, lanza y jabalina. En cambio David, qué tenía… sólo un palo, una honda y 5 piedras lisas, y por supuesto, la confianza de Dios en él, porque no se amilanó cuando el gigante se burló de él, al contrario, tuvo el coraje de decirle que después de vencerlo tiraría su cuerpo a los aves y a las bestias del campo. Esto enfadó al gigante e hizo que se acercara al joven, en tanto, David se dio prisa y corrió a su encuentro.
David no rehuyó al gigante, se acercó a su enemigo, no sólo para demostrarle que no le tenía miedo sino porque estando más cerca de su objetivo le daría al blanco y así no fallaría, pero la fuerza de su honda sólo pudo ser dada por Dios que hizo que aquella piedra fuera como un proyectil que se clavara en la frente del gigante. Sin tener espada, David venció al gigante Goliat.
Dios necesita de valientes como tú!!!
Jesús dijo: Si tuvieras FE como un grano de mostaza le dirías a este montaña ¡muévete! Y la montaña se movería. (Mateo 17:20)
Que Dios te bendiga.
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