Dios es un excelente reciclador, porque
toma de lo inservible, de lo absurdo, de
las amargas experiencias las hace útiles
para ayudar a los demás y hacer cosa
nueva y agradable a nuestras vidas.
"De lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar al
fuerte; y de lo vil y menospreciado escogió Dios, y lo
que no es, para deshacer lo que es".
(1ª Corintios 1:27-28)
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