Los seres humanos tenemos la tendencia a guardar las cosas que consideramos valiosas bajo siete llaves. Hay hombres que cuidan su carro tanto, que nadie puede ni tocarlo. Hay gente que guarda su dinero o sus joyas en una caja fuerte, otros en el banco. Existen otras personas que las esconden, o las envían al exterior, porque en ningún lugar del país las consideran seguras. Pero hay algo que tú tienes que cuidar más que nada en la vida, algo que es valiosísimo, irremplazable, único, y que además sólo te lo han dado a cuidar, y es tu CORAZÓN.
Por ello la Biblia nos advierte… (Proverbios 4:23) “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”.Lo que mira Dios en las personas no es su apariencia, sino su corazón; y Él no quiere una parte de tu corazón, lo quiere todo.
(Deuteronomio 4:29) “Mas si desde allí buscares al Señor tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”
Si queremos guardar nuestro corazón debemos ser consientes de cuán vulnerables somos, y que nuestra primera defensa eficaz es admitir que todos podemos caer. Por ello, no debemos confiarnos y estar muy atentos.
(Jeremías 17:9,10) “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo, el Señor, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno conforme a su camino, según el fruto de sus obras”.
No permitas que tu corazón se manche con aquello que no edifica, que no construye , que no enaltece.
"Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio."
Pitágoras
